Vengo de nuevo con la memoria IX de Amor gramatical. Disfrutadla. Besitos! ♡
Amor gramatical
Memoria IX
Cuando Aline y Harrison acabaron de cenar, salieron del restaurante. Alrededor de él, había unos jardines preciosos. Vieron un lago rodeado de luciérnagas y flores. El agua de éste manaba de una fuente y era tan cristalina que en él se reflejaba la luna. Ambos se quedaron fascinados por lo que veían. Se sentaron en un banco y empezaron a conversar y a darse cariño mutuamente.
- Gracias por haberme traído aquí...es un lugar precioso -dijo Aline extasiada.
- No me des las gracias. Es todo esto lo que te mereces.
La noche transcurrió y cuando se quisieron dar cuenta ya era muy tarde. Los dos volvieron al hotel y subieron a su habitación. Había dos baños y cada uno de ellos se fue a uno para cambiarse de ropa y ponerse el pijama. Mientras estaban dentro, estuvieron pensando los dos a la vez en si dormirían separados, en qué harían y en más preguntas que se hacían siempre. Aline y Harrison salieron del baño y se dieron un beso de buenas noches. Cada uno se fue a su cama. Las horas se hacían muy largas y en realidad ninguno de los dos dormía. Estaban despiertos e intentando no moverse para que el otro no se diera cuenta. Aline no pudo más y se levantó. Se dirigió al minibar. Cogió una botella de agua, bebió un sorbo y la volvió a dejar en su sitio. Seguidamente, en vez de irse a su cama, fue a la de Harrison y le dio un golpecito suave en el brazo. Le preguntó si se podía quedar con él y le dijo que sí. Ella se metió en la cama y notó cómo Harrison se alejaba para que hubiese distancia. Ni estando juntos podían dormir. Así que, como ambos tenían unas ganas enormes de comerse a besos, decidieron no dormir y hacer lo que les apetecía en ese momento. Y, de repente, Harrison paró.
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